La vocación del "profesor-sombra"
Ha terminado el curso. Este año ha sido intenso, duro, hemos pasado momentos complicados. Pero los hemos superado con esfuerzo y cariño. La recompensa está en nuestros corazones. Gracias a la profesionalidad, la implicación y el cariño de su "profesora-sombra" (Asistente de la Fundación APA), no ha habido límites para mi Sol. Y ella, no sólo se ha ofrecido en cuerpo y alma sino que nos ha hecho un regalo precioso: un álbum de imágenes y recuerdos inolvidables. El Isosopongo (el mote cariñoso que le ha puesto el niño), ha sido un pilar fundamental en su formación y le ha ofrecido magníficos recursos. Gracias infinitas desde nuestro corazón. El mundo necesita de muchas manos como las tuyas.